- Mantenimiento Piscina
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Actualizado en 2025
El color de la piscina es un elemento indispensable en la composición estética del exterior de un inmueble. Cuando la instalación está diseñada en el tono adecuado, pasa completamente desapercibida. Sin embargo, cuando el color del vaso no es el apropiado, la piscina puede convertirse en el punto focal del espacio.
Escoger el color pertinente para la piscina consiste en proporcionar continuidad y uniformidad a la apariencia del entorno, por lo que debes optar por aplicar un tono similar al de los demás elementos que conforman el espacio.
El color más habitual en una piscina es el azul. En cambio, durante los últimos años han proliferado otros menos clásicos para otorgar a las piscinas de un aspecto renovado. No obstante, la percepción del tono del revestimiento varía a lo largo del día, puesto que hay diversos factores que lo alteran.

Cómo elegir el color de la piscina: factores
- Ubicación de la instalación: el color del revestimiento condiciona la absorción del calor de los rayos solares y, en consecuencia, altera la temperatura del agua. Por ello, los colores claros son recomendables para zonas en las que son habituales las altas temperaturas y los oscuros para lugares menos cálidos.
- Dimensiones del vaso: la piscina parece más pequeña cuando el revestimiento es de un color oscuro como el negro o el gris antracita. Por el contrario, los colores claros hacen que la piscina parezca más amplia.
- Profundidad de la piscina: determina la transparencia del agua, ya que, a más profundidad, menor visibilidad del fondo del vaso.
- Estilo del inmueble: la piscina debe adaptarse a la línea estética de la edificación.
Cómo elegir el color de la piscina: tonos
- Arena o beige: el color del agua se vuelve azul turquesa aportando frescura y una apariencia minimalista y sutil.
- Azul: es el color más habitual en piscinas. Permiten la visibilidad del fondo de la piscina excepto cuando hay una gran profundidad, que el agua se percibe más oscura sin apenas poder verse el revestimiento.
- Verde: otorga un aspecto más natural a la piscina.
- Blanco: proporciona sensación de amplitud, por lo que es ideal para piscinas de reducido tamaño y típico en las piscinas de los hoteles.
- Gris: es un tono sobrio y discreto que contribuye a disimular la suciedad del vaso.
- Negro: crea un efecto espejo en el agua y simula una mayor profundidad del vaso, aportando un aspecto sofisticado a la instalación. Además, el revestimiento negro absorbe el calor de los rayos solares aumentando la temperatura del agua.
- Rojo: este llamativo color crea un ambiente dinámico, original y atrevido.
Es importante seleccionar bien el color antes de construir tu piscina para evitar la necesidad de cambiar el revestimiento más adelante, con el tiempo, el esfuerzo y el gasto económico que conlleva dicha labor. Por otro lado, un revestimiento como el liner también está disponible en múltiples colores lisos, así como con estampados. En cualquier caso, ten en cuenta que la tonalidad del revestimiento se desgasta con el paso del tiempo a causa de la acción del sol o los productos químicos y evidencia la falta de mantenimiento.