Cómo desmontar una piscina desmontable

Antes de comenzar el proceso, es recomendable esperar entre dos y tres semanas sin verter ningún tipo de producto químico en el agua. De este modo, el usuario puede aprovechar el agua y utilizarla para otros usos, tales como regar las plantas o lavar el coche. 

Una vez que la piscina esté vacía, también es posible aprovechar para revisar todas las piezas y llevar a cabo las reparaciones oportunas en los desperfectos que se hayan detectado durante la temporada.

Tras desmontar la piscina y la depuradora, debes aclarar cada pieza con agua y jabón neutro para quitar todos los restos de los productos químicos, así como la suciedad acumulada.

Las piezas y el resto de los accesorios de la piscina deben guardarse una vez que estén limpias y secas. Te recomendamos hacerlo en la caja original del producto. 

En cualquier caso, lo ideal es distribuirlas en bolsas de plástico y almacenarlas en un lugar seco, sin humedad y donde no haya altas temperaturas ni una incidencia directa de los rayos del sol. Procura realizar este proceso con el máximo cuidado posible para evitar que los distintos elementos sufran daños o un deterioro prematuro. 

Comprueba que las bolsas y la caja están bien cerradas para protegerlas de humedad, polvo u otros agentes perjudiciales del exterior. De esta manera, conservarás todas las piezas y permanecerán en las mejores condiciones para volver a montar la piscina de forma fácil y rápida la próxima temporada de baño.