- Cobertores de Invierno
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Actualizado en 2025

El cobertor de invierno es un elemento esencial para la piscina fuera de temporada, puesto que no solo protege la instalación, sino que también proporciona un beneficio económico para el propietario. Se trata de una rentabilidad a largo plazo, ya que el ahorro de dinero se produce como consecuencia indirecta de las ventajas que aporta la instalación de un cobertor de invierno.
Estos cobertores disminuyen de manera significativa tanto la evaporación de agua a causa del viento y el sol como la posibilidad de congelación debido a las bajas temperaturas, lo cual supone una constante pérdida de agua en la piscina. De este modo, no será necesario volver a llenar el vaso con frecuencia para mantener el nivel de agua adecuado.
Al cubrir completamente el vaso, los parámetros del agua se mantienen estables, por lo que tampoco es necesario vaciar la piscina por completo al inicio de la temporada de baño para llenarla con agua limpia, por lo que se reduce el consumo de agua.
La cubierta actúa como una barrera física que evita la caída de suciedad y contaminación en el interior del vaso. Así, la entrada de agentes externos que puedan desequilibrar el estado del agua es mínimo y, por tanto, la cantidad de productos químicos necesarios para su tratamiento es reducida.
El uso de un cobertor también es positivo para los elementos que componen el circuito de la piscina, sobre todo para el sistema de filtración, ya que lo protege de la acumulación de residuos.
La instalación de una cubierta de invierno, además de ofrecer diversas ventajas y resultados económicos positivos a largo plazo, también disminuye las labores de mantenimiento durante la época invernal y contribuye con el cuidado del medioambiente al reducir tanto la aplicación de productos químicos como el consumo de agua.
Todas estas ventajas ayudan a prolongar la vida útil de la estructura, los mecanismos y los equipos que forman parte de la piscina, ya que evita posibles daños propios de una instalación que se encuentra en desuso durante varios meses.
Aunque no está preparado para su uso durante la temporada de baño, es recomendable dejar la piscina cubierta si no va a tener ningún tipo de uso durante esta época del año. De esta manera, se impide la evaporación del agua a causa de las altas temperaturas. Además, al evitar el contacto directo entre los rayos solares y el agua, se reduce drásticamente la posibilidad de que aparezcan y proliferen las algas u otros microorganismos.