Actualizado en 2025

Las piscinas son un espacio de diversión o descanso durante la época estival, por lo que llevar a cabo un correcto mantenimiento de la instalación es imprescindible para evitar que surjan preocupaciones innecesarias. El uso de un cobertor de invierno para la piscina no solo ofrece beneficios prácticos, sino que también tiene un impacto positivo en el medioambiente.

Utilizar un cobertor de invierno a medida contribuye a reducir el uso de productos químicos para el mantenimiento de la piscina. Al cubrir el vaso de agua con una lona de invierno, se evita la entrada de todo tipo de suciedad (hojas, insectos, polvo y otros desechos contaminantes), lo cual ayuda a mantener la calidad y la transparencia del agua. Además, al obstaculizar la incidencia directa de los rayos del sol en el agua, disminuye tanto la aparición como la proliferación de algas y otros microorganismos.

De esta manera, se requiere una menor cantidad de productos químicos (cloro, alguicida, floculante…) para mantener el agua limpia y desinfectada. En consecuencia, se minimiza la liberación de sustancias químicas al entorno de la piscina, lo cual supone una ventaja para el ecosistema del lugar donde se encuentra ubicada la instalación. Este punto es especialmente relevante en los casos en los que la piscina está rodeada por naturaleza, como un jardín o plantas.

El uso de un cobertor de invierno para piscina no solo brinda beneficios prácticos, como conservar el estado del agua, reducir el consumo, evitar daños en la estructura o ahorrar energía, sino que también contribuye al cuidado del entorno y a la sostenibilidad al proporcionar un impacto positivo y respetuoso con el medioambiente.

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