Mantenimiento de piscina

¿Cómo mantener tu piscina limpia?

Conservar la piscina en buen estado requiere un mantenimiento regular con distintos productos y utensilios que se complementan entre sí, ya que cada uno de ellos está preparado para desempeñar una función específica. Estas labores de limpieza y desinfección permiten que tu piscina esté lista para su puesta en marcha al inicio de la temporada de baño, así como para su uso diario en las épocas más cálidas.

¿Cómo mantener una piscina?

La puesta a punto de la piscina al comienzo de la temporada, así como su conservación en buen estado entre una temporada de baño y la siguiente, son imprescindibles para garantizar una larga vida útil a la instalación. Aunque el cuidado del agua es en lo que más tiempo se suele invertir, el resto de los elementos de la instalación (mecanismos, piezas, herramientas de limpieza o protección…) también son esenciales para que el funcionamiento sea correcto.

Por este motivo, es importante que tengas en cuenta los materiales de las distintas partes de la piscina y los productos que utilizas para desinfectarla, ya que en algunas ocasiones existen ciertas incompatibilidades que pueden provocar el deterioro de algunas zonas de la instalación (elementos metálicos, revestimiento, anclajes…).

¿Cómo mantener el agua de la piscina?

Una de las actuaciones esenciales para conocer el estado actual de tu piscina, así como para detectar a tiempo cualquier desajuste, es la supervisión de los principales parámetros del agua (pH, producto desinfectante, alcalinidad…) mediante análisis periódicos durante la temporada de baño, puesto que el uso de la instalación produce variaciones en los niveles de los parámetros. La mejor opción para evitar este tipo de alteraciones es el uso de elementos de protección para la piscina, como los cobertores, ya que impiden que el clima de la zona afecte directamente en el agua y su composición.

¿Cómo se limpia una piscina?

El sistema de saneamiento de una piscina alberga los equipos de filtración y desinfección, cuyo centro neurálgico es la depuradora, la cual se encarga de limpiar el agua de la piscina. La función de este sistema se refuerza con otras labores y tratamientos realizados por parte del usuario.

El circuito del agua, en el que se encuentran dichos equipos de limpieza, está compuesto por los skimmers y el sumidero (entradas del agua al circuito), la bomba y el filtro (elementos que constituyen la depuradora), desagüe (salida de la suciedad del agua), el equipo de desinfección y la boquilla de impulsión (punto de entrada del agua limpia a la piscina).

¿Cómo limpiar el agua de la piscina?

La limpieza rutinaria de la piscina puede ser más sencilla o más compleja en función de las necesidades de la instalación o de la voluntad del propietario. No obstante, con independencia del número de fases que albergue el tratamiento, es aconsejable mantener un orden para no tener que repetir ningún paso y evitar así multiplicar esfuerzos:

  1. Activar la depuradora
  2. Sacar la suciedad flotante con un recogehojas
  3. Aplicar alguicida para acabar con las algas y otros microorganismos
  4. Echar floculante para juntar los residuos diminutos que quedan suspendidos en el agua
  5. Pasar un limpiafondos manual o automático por el fondo y las paredes del vaso

¿Cómo mantener la piscina en invierno?

Además del mantenimiento que se lleva a cabo en la piscina a lo largo de la temporada de baño, es importante que no te olvides de tratar el agua durante los meses que la piscina se encuentra fuera de uso aunque sea con una asiduidad muy inferior a la de verano. El invernador es un químico que se aplica en la piscina una vez que concluye la temporada aportando un efecto desinfectante, floculante y alguicida para mantener el agua en las mejores condiciones hasta la llegada del verano. De este modo, el producto facilitará la puesta en marcha de la piscina cuando arranque la temporada de nuevo.

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