Para optimizar al máximo la temperatura lograda con la manta térmica y ahorrar aún más en el consumo energético de la bomba de calor de piscina.  Con el uso de una manta térmica, podrás mantener la temperatura del agua lograda con la bomba, además de reducir su tiempo de funcionamiento.

Por tanto, la combinación de estos dos elementos te ayudará a alargar la temporada de baño y conseguir un ahorro significativo en la factura de la energía eléctrica.

Existen dos tipos de bombas de calor para piscina que, a pesar de tener un funcionamiento similar, difieren en algunos aspectos a la hora de elegir la que más te conviene.

•  Bombas de calor verticales: su principal característica es que toma el aire caliente del medio ambiente y expulsa el aire frío hacia arriba.
• Bombas de calor horizontales: a diferencia de las verticales, expulsan el aire frío hacia adelante.

Esta diferencia es importante, según el espacio que cuentas para su colocación, ya que es recomendable instalar las bombas de calor para piscinas en un espacio sin obstáculos de, por lo menos, 4 o 5 metros. Por ejemplo, el aire frío expulsado por una horizontal puede molestar a los bañistas si la bomba de calor apunta la salida hacia la piscina y no cuenta con la distancia suficiente.

Para conseguir un rendimiento óptimo de la bomba de calor conviene tener claro:

• El tipo de piscina climatizada: si es exterior, cubierta o elevada, ya que esto determinará su rendimiento.
• El tiempo de uso previsto: hay bombas de calor para alargar la temporada de baño  y otras más específicas para mantener tu piscina climatizada todo el año.
• El tamaño de tu piscina: ya que el volumen de agua a calentar determina la elección de la potencia de las bombas de calor. 
• Las condiciones climatológicas de tu zona.