Cuidar de la cubierta de la piscina es fundamental para alargar su durabilidad y mantener tanto la instalación como el agua en las mejores condiciones. En el caso de las cubiertas de lamas es una tarea muy sencilla, puesto que al tratarse de un sistema semi-rígido que se integra en la superficie de la piscina, la limpieza es más fácil y rápida que la de una lona.
Estas cubiertas están compuestas por un sistema de lamas con cámara de aire unidas entre sí, como una persiana, que proporcionan una protección efectiva de la piscina durante todo el año, no solo al evitar la caída de personas en su interior, sino también al impedir la entrada de suciedad. Además, su uso supone el aislamiento térmico y, en consecuencia, un importante ahorro de energía, agua y productos químicos. También aportan un valor añadido a la vivienda, ya que es la solución más sofisticada para cubrir tu piscina al otorgar un mayor confort y una cuidada estética.