La pérdida de agua en una piscina supone un alto sobrecoste económico anual a la hora de mantener la instalación. Por ello, es importante aplicar cuidados y tratamientos con frecuencia que ayuden a detectar este tipo de contratiempos antes de que sea tarde y no haya una posible solución asequible para el usuario. 

El agua es el elemento más importante de una piscina, por lo que es fundamental conservarla limpia y saludable, es decir, con una calidad suficiente para el baño de las personas. Sin embargo, en este caso tan relevante es la calidad como la cantidad, puesto que el volumen de agua influye en el correcto funcionamiento y mantenimiento de la instalación. 

La pérdida de agua en la piscina también conlleva el derroche de los productos químicos presentes en la misma, lo cual disminuye la capacidad desinfectante del producto perjudicando la calidad del agua. En consecuencia, el coste económico del mantenimiento de la piscina es mayor.

Actualizado en 2025

La pérdida de agua en una piscina supone un alto sobrecoste económico anual a la hora de mantener la instalación. Por ello, es importante aplicar cuidados y tratamientos con frecuencia que ayuden a detectar este tipo de contratiempos antes de que sea tarde y no haya una posible solución asequible para el usuario. 

El agua es el elemento más importante de una piscina, por lo que es fundamental conservarla limpia y saludable, es decir, con una calidad suficiente para el baño de las personas. Sin embargo, en este caso tan relevante es la calidad como la cantidad, puesto que el volumen de agua influye en el correcto funcionamiento y mantenimiento de la instalación. 

La pérdida de agua en la piscina también conlleva el derroche de los productos químicos presentes en la misma, lo cual disminuye la capacidad desinfectante del producto perjudicando la calidad del agua. En consecuencia, el coste económico del mantenimiento de la piscina es mayor.

Mi piscina pierde agua y no sé por donde

Controlar el volumen de agua que alberga una piscina es imprescindible para detectar una fuga lo antes posible. No obstante, una piscina puede perder agua por diversos motivos, por lo que es esencial empezar por averiguar el origen de dicha pérdida. 

La principal causa es el uso de la piscina por parte de los usuarios, ya que durante el baño siempre se salpica o se sale un poco de agua. Otros factores externos como son el viento y el calor causan una evaporación natural del agua. Igualmente, el agua se puede filtrar a través de las roturas o grietas del vaso o de las tuberías del circuito, que pueden estar ocasionadas por la presión del agua, pequeños movimientos terrestres, desgaste de la estructura o cambios bruscos de temperatura.

Pérdida de agua en la piscina: cómo detectarla

Hay un método muy sencillo para comprobar si tu piscina pierde agua a causa de alguna fuga en la estructura de la instalación: debes realizar una marca en la pared con un rotulador permanente o una cinta adhesiva y observar si el nivel de agua ha variado significativamente unos días después. Además, puedes colocar un cubo lleno de agua junto a la piscina y revisar si el agua desciende al mismo ritmo que el de la piscina.

Pérdida de agua en piscina por evaporación

La forma más efectiva de evitar que el agua de tu piscina se evapore por el viento o las altas temperaturas es utilizar un cobertor, ya que protege la piscina. Puedes utilizar una cubierta de invierno durante los meses en los que la piscina se encuentra fuera de uso, una manta térmica durante la temporada de baño o una lona de seguridad durante todo el año.

¿Es normal que una piscina nueva pierda agua?

Cuando adquieres una piscina nueva o realizas un mantenimiento adecuado de la instalación, resulta poco probable la pérdida de agua.

No obstante, si consideras que tu piscina pierde agua de forma rápida y constante pero no consigues detectar cuál es la causa, te aconsejamos que solicites la intervención de un profesional del sector que te ayude a localizar y solucionar el problema. Antes de acudir a un técnico, revisa la instalación por ti mismo. Es posible que la rotura se encuentre a la vista y puedas reparar la rotura tú mismo.

También es importante examinar tu piscina por completo antes y después de la temporada de baño para comprobar si el uso de la instalación o la falta del mismo ha generado algún desperfecto en dicho periodo de tiempo.