La pérdida de agua en una piscina supone un alto sobrecoste económico anual a la hora de mantener la instalación. Por ello, es importante aplicar cuidados y tratamientos con frecuencia que ayuden a detectar este tipo de contratiempos antes de que sea tarde y no haya una posible solución asequible para el usuario.
El agua es el elemento más importante de una piscina, por lo que es fundamental conservarla limpia y saludable, es decir, con una calidad suficiente para el baño de las personas. Sin embargo, en este caso tan relevante es la calidad como la cantidad, puesto que el volumen de agua influye en el correcto funcionamiento y mantenimiento de la instalación.
La pérdida de agua en la piscina también conlleva el derroche de los productos químicos presentes en la misma, lo cual disminuye la capacidad desinfectante del producto perjudicando la calidad del agua. En consecuencia, el coste económico del mantenimiento de la piscina es mayor.