Los animales también sufren las altas temperaturas, por eso hay que mantenerlos hidratados y frescos facilitando puntos de agua y espacios de sombra. En algunas ocasiones se utiliza la piscina para refrescar a las mascotas, pero ¿es un método adecuado y seguro para un perro?

¿Puedo meter a mi perro en la piscina?

La higiene de una piscina se mantiene en buenas condiciones gracias a la acción de los productos químicos (cloro, alguicida, floculante…), cuya función es desinfectar y sanear el agua de la piscina para hacer que el baño de las personas sea saludable. No obstante, se recomienda no utilizar la instalación inmediatamente después de haber aplicado los químicos.

Igualmente, los perros pueden tolerar unos niveles químicos similares a los que soportan las personas pero no deben mantener un contacto directo con los productos químicos, ya que pueden dar lugar a intoxicaciones, afecciones en las vías respiratorias, lesiones en la piel o en los ojos...

Cómo meter a mi perro en la piscina

1. Siempre con supervisión

Los responsables no deben perder de vista a sus mascotas mientras estas se encuentren en el agua para evitar accidentes.

2. No obligar al baño

Nunca debes meter a tu perro en la piscina por la fuerza. El animal tiene que estar receptivo para afrontar este tipo de situaciones poco habituales.

3. Facilitar accesos

Se recomienda que la piscina posea escaleras o rampas de fácil acceso para el animal con la finalidad de que pueda salir del agua rápidamente cuando se canse de nadar. Las escaleras internas son más accesibles y fáciles de utilizar para un perro que las escaleras externas.

4. Ducha posterior

Es muy importante duchar al perro con agua y jabón para quitar cualquier resto de químico que pueda haber en su piel o en el pelaje. Durante la ducha y el posterior secado, es necesario prestar especial atención y proteger las zonas más sensibles, como las orejas.

Bañarte con tu perro en la piscina puede ser un momento muy agradable para disfrutar, pero para ello es necesario tener paciencia y garantizar la seguridad para ambos. También hay que tener en cuenta que no todos los animales son iguales, por lo que a la hora de disfrutar de un baño con tu mascota tendrás que adaptarte a cada una de ellas y a sus necesidades.

Te aconsejamos limpiar la piscina después de bañar a tu mascota en ella, ya que, al igual que las personas, el cuerpo de los animales también segrega diversas sustancias. Además, el pelo de los animales se desprende con una mayor facilidad respecto al de las personas, por lo que el agua se ensuciará más con el baño de un perro que con el de un ser humano.

Además, te recomendamos utilizar un cobertor de seguridad para evitar posibles caídas accidentales de tu mascota en el interior de la piscina cuando la instalación esté fuera de uso. Se trata de lonas con barras de aluminio transversales que llegan a soportar hasta 80 Kg de peso, por lo que es la opción más segura para hogares con animales o niños.