Utilizar una lona de invierno o cobertor de seguridad protege la instalación, puesto que impide que la suciedad caiga en el interior de la piscina y que el agua se congele o entre en contacto con los rayos del sol. Al aislar la piscina, los parámetros del agua y el nivel de los productos químicos se mantienen equilibrados.
Debes elegir el modelo que mejor se adapte a tus necesidades, por lo que cada uno consta de diferentes características. Uno de los factores fundamentales a tener en cuenta para hacer una elección adecuada es el clima, en concreto las precipitaciones. Por ello, una de las cualidades más relevantes del cobertor es el sistema de drenaje.
Recuerda retirar cuanto antes la nieve o el granizo acumulado sobre la lona para evitar roturas o desgarros.