Utiliza en el agua un producto invernador que tenga alguna propiedad biocida para ralentizar o evitar el crecimiento de microorganismos. Los principios de mantenimiento que siguen en verano también se aplican al invierno. Si puedes mantener los niveles adecuados de pH del desinfectante en todo momento, el cuidado de la piscina será más fácil.
Uno de los retos en entornos muy fríos es que el agua no circula, la piscina está cubierta y un desinfectante típico como el cloro se degradará y desaparecerá durante el largo invierno.
Por ello, muchos productos de acondicionamiento para el invierno incluyen alguicidas que son estables y permanecen en el agua durante largos periodos. La mayoría de los alguicidas sobreviven al invierno y ralentizan o detienen el crecimiento de las algas.
Además, abre la piscina antes de que el agua se caliente demasiado. Si esperas a que llegue la primavera para abrir la piscina, es probable que crezcan más algas en ella.
Con estos consejos podrás mantener en buen estado el agua de tu piscina y también lograrás ahorrar un poco de dinero en su mantenimiento y puesta en marcha para la siguiente temporada de baño.