Todos los ambientes en los que es habitual la presencia de agua o humedad (piscinas, spas, centros de bienestar, baños termales…) se convierten en un lugar propicio para la proliferación y transmisión de los virus. Las enfermedades infecciosas más comunes que se contraen a través de este medio o en este tipo de entornos suelen afectar a la piel o a los sistemas respiratorio o digestivo. Ante estas situaciones, cabe tener en cuenta a los sectores más vulnerables de la población, como son los niños, las personas mayores o las mujeres embarazadas, ya que son quienes tienen más posibilidades de contraer alguna patología o afección a causa de virus en piscinas mal desinfectadas.